Por el camino encuentra una nota de un alma torturada que dice: La melodía sigue sonando, y nunca cesará. La canción habla del dolor y la perdida. Si habla de esperanza, mas me angustiaré ya que me hace ansiar, lo que nunca voy a tener. Las arpías atacan a la población, y Kratos destruye las arpías y a cuantos aldeanos se crucen por el medio. Y sigue avanzando hasta divisar los tres jueces. En el antepatio del palacio de Hades y Perséfone se sentaban los tres jueces del Inframundo: Minos, Radamantis y Éaco. Allí, en el trivium consagrado a Hécate, donde los tres caminos se encontraban, las almas eran juzgadas, volviendo a los Campos de Asfódelos si no eran virtuosas ni malvadas, enviados al camino del tenebroso Tártaro si eran impías o malas, o al Elíseo con los heroicos o los benditos.
Kratos, se encuentra una nota, aquel que pretenda ser juzgado, debe completar antes las pruebas de Érebo. Prueba 1, 'Los Condenados', derrota todas las almas en pena y a los esbirros que determinan su destino. Prueba 2, 'Los Extraviados', acaba con las almas errantes antes de que engrosen el ejercito de Hades. Prueba 3, 'Los Elegidos', para entrar en los campos Elíseos, se necesita algo mas que empeño y fuerza. Sométete al juicio y demuestra tu valía. Destrúyelo todo. Uno de los enemigos de esta prueba, es el Minoturo. (El rey Minos prometió a Poseidón que sacrificaría lo primero que saliera del mar. Poseidón hizo salir un toro, pero Minos lo encontró tan hermoso que lo incorporó a sus rebaños y el dios, enfurecido, hizo que la reina Pasífae, esposa del rey Minos, se enamorara del animal. Dédalo construyó una vaca de madera, dentro de la que se escondía Pasífae. El toro se apareaba con la vaca de madera y Pasífae quedó encinta, pariendo un horrible monstruo mitad hombre y mitad toro). Después de superar las pruebas los jueces (Éaco, Radamantis y Minos), dictan sentencia: El Rey Éaco, dice que Kratos no está a la altura. Éaco rey de la isla Egina en engolfo Sarónico. Fue muy famoso por el recto sentido de la piedad y la justicia con la que gobernó a su pueblo y sus juicios eran buscados desde toda Grecia, tanto que tras su muerte fue designado juez de las sombras en el Érebo, junto con los cretenses y hermanastros Minos y Radamantis. Era el hijo de Zeus y Egina. El Rey Radamantis dicta que Kratos es digno. Radamantis era un hijo de Zeus y Europa y hermano de Sarpedón y Minos, rey de Creta. Radamantis gobernó Creta antes que Minos, y dotó a la isla de un excelente código de leyes, que los espartanos se creía habían copiado. Expulsado de Creta por su hermano Minos, que estaba celoso de su popularidad, huyó a Beocia, donde se casó con Alcmena. Y el rey Minos, que tiene la última palabra, dice que el futuro de Kratos esta entre tinieblas, que el reino del mas allá no está preparado para recibirlo, que tras la puerta, le aguarda su destino. Minos, era un rey semilegendario de Creta, hijo de Zeus y Europa, Minos, junto con sus hermanos Radamantis y Sarpedón, fue criado por el rey Asterión de Creta. Cuando éste murió, dio el trono a Minos, quien desterró a Sarpedón y también a Radamantis.
Kratos, traspasa la puerta y se enfrenta a un montón de enemigos. también nos encontramos con una especie de bombas caseras, que consisten en una urna metálica con zarzas en el interior, que Kratos con sus flechas de fuego, puede hacer explosionar. Al final del camino, se encuentra con una estatua que le habla, al principio, piensa que es la voz de su hija Calíope, pero se da cuenta que no lo es (mas tarde averiguaremos de quién es la voz). Hades, le habla a Kratos, comentándole que no se desespere que pronto lucharán.
El camino del Inframundo, está repleto de enemigos, como cabria esperar. Kratos está en su salsa. Por el camino encuentra notas de almas torturadas, algunas, asesinadas por el mismo Kratos, maldiciendo su suerte. Pero entonces, llega a una cueva donde tiene que utilizar la cabeza, y la usa. Primero tiene que encender lo que parece ser un brasero con el arco de Apolo, utiliza el humo como viento de Ícaro para subir al primer nivel, pero al fuego le hace falta fuerza, mediante un ascensor, tiene que transportar las 'bombas' para hacerlas caer al fuego y así el viento de Ícaro, nos hace ascender mas alto.
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